Una niña rubia, de pelo sedoso y ojos verdes se balancea en un columpio a la afueras de la ciudad.
- "piiii", "piiii". Suena el claxon de un coche rojo.
De repente aquella niña ya no lo es tanto, y cuando se dispone a abrir la puerta del coche, vuelve la cabeza para contemplar aquel artilugio que le había hecho pasar tan buenos ratos. Pero no vacila y se apresura a comenzar el viaje con aquel desconocido.
El vehículo huele a una mezcla entre esos ambientadores con forma de pino, limón y tabaco. A ratos siente nauseas, pero reconoce que el viaje es bastante agradable. Los dos pasajeros que han empezado a tratar temas banales y a intercambiar información sobre sus vidas:
ella, estudiante ahora en la universidad, lucha por superar su cobardía ante la vida, por hacer de los lunes un día al que querer sonreír.
Él, unos años mayor que ella, estudiante y trabajador, un luchador del que aprender.
-"Break on trough to the other side...". Suenan los Doors. La sicodelia los atrapa a los dos en un viaje donde el objetivo es encontrarse a sí mismo.
Ese viaje continúa, y ella permanece alerta, por si aunque sea a medio camino, encuentra una guía de carreteras.
